La noche de hace un año


¿Cómo empezar?.... Bueno, en mi vida he tenido la fortuna de conocer algunos estadios importantes a nivel nacional e internacional. Entre ellos figuran el estadio Nemesio Diaz (la bombonera de Toluca), el estadio Azul, el estadio de C.U de la U.N.A.M, el estadio Azteca, y el "parq olympique" de Montreal. Este último, un verdadero coloso, lo consideraba el estadio que mas me había impresionado al verlo(Siii.. mas que el Azteca). Pero nada, y repito NADA, comparado con lo que viví la noche de hace un año... y ahora les cuento:

Salí de mi casa poco antes de las 7 a.m. ya con mi playera guerrera puesta y unas ganas de que mi estancia en la universidad pasara lo más rápido posible. Durante el día no se vivió un ambiente normal, había algo que lo hacía especial. En la radio no había un programa normal, todo estaba enfocado a lo que sucedería esa misma noche. La gente ... simplemente no era normal, todos hablando de el mismo incansable tema. En fin no era un día normal... porque era EL Día. El día que creíamos nunca llegaría, el día que esta ciudad nunca creyó vivir, el día que contaríamos sobre exaltados a aquellos que tuvieron un día normal. El día en que los sueños se hicieron realidad.

Ya avanzada la tarde, después de conocer a las porristas de los "Saints" de New Orleans e ir a mi casa a recoger el boleto que guardaba como un tesoro sagrado(en realidad estaba tan emocionado que lo estaba olvidando). Emprendí el viaje y me topé con un tráfico que parecía interminable, tras bastante tiempo en el tráfico y varias maniobras cafres que me aventé. Por fin logre divisar a lo lejos un gigante de acero y zinc, y en mí empezaba a brotar una pequeña exaltación que se hacia cada vez mas grande en cuanto me acercaba a este gigante. Al llegar la exaltación se redujo a nada cuando vi las filas infinitas y el desorden que había para entrar. Así que sin dudarlo y al mas puro estilo de un gandalla, logré meterme en la fila, estaba más o menos a unos 30 metros del acceso. 30 metros que se hicieron interminables, estuve esperando en la fila cerca de dos horas, dos horas de empujones y gritos, dos horas que me ponían muy de malas. Pero sabía que adentro tenia una cita a la cual nadie me iba a quitar el derecho de tener.

En fin, a tan sólo unos metros y ya entrada la noche, yo seguía peleando con la gente y aguantando empujones y quejas absurdas. Aun lo recuerdo, 5 segundos antes de pasar por la puerta de entrada, seguía peleando con un señor, le menté la madre y logré entrar. Lo que había vivido horas antes se me olvidaron al ver tal belleza, todo el tiempo de espera, cada segundo desde que anunciaron la construcción del nuevo estadio hasta ese precioso momento, había valido la pena. No hay palabras que pueda decir para describir el sentimiento que estaba pasando por mi ser en esos momentos, realmente no podía creer que ese lugar existiera y que yo estuviera ahí disfrutándolo, no podía compara ese sentimiento con nada que haya sentido antes, era algo distinto, algo nuevo, algo inolvidable. Y mejor aun, no podía creer que ese gran lugar estuviera en mi ciudad, que ese lugar iba a ser de ese momento en adelante el lugar que cobijaría a mi equipo.... la casa del Santos... mi casa... Nuestra casa :)

Ya para finalizar y para aquellos que no lo vivieron, la noche de hace un año, la comarca lagunera, gran parte del país y me atrevo a decir que más allá de nuestro país, se detuvieron para ver como un equipo que por su grandeza ganada en la cancha y una afición tan fiel y grandiosa como la de el Santos hacían su sueño realidad y estrenaban una casa digna de ellos.

Un saludo.

Por cierto, si quieren ver como vivió alguien más la inaguración visiten este blog... http://thesphinx0.blogspot.com/ :)